Normalmente, para afrontar un diseño lo que hacemos es hacer nuestros bocetos a mano y de acuerdo a estas primeras ideas vamos dando forma un dibujo planimétrico en 2 dimensiones (2D), utilizando un software CAD, en un entorno de fondo negro con líneas de colores, que finalmente solo podemos visualizar al realizar la traducción, de nuestra plantilla de colores, a formato de líneas negras sobre fondo blanco, emulando la nomenclatura gráfica de un plano de arquitectura, basado en grosores y tipos de línea.
Sabemos que la planimetría arquitectónica (los planos) existe para tener un lenguaje mediante el cual se pueda transmitir la propuesta arquitectónica que se encuentra en la realidad en tres dimensiones (3D).
La plaminetría es trabajada desde hace mucho tiempo con la herramienta CAD, que permite tener los dibujos en formato digital.
El producto CAD, es una herramienta donde se pueden representar trazos en formato vectorial (vectores: líneas: conjunto de puntos). Con esta herramienta se pueden trazar dibujos con características geométricas medibles.
Tenemos el problema de que tratamos de diseñar en 2D en este tablero negro, con líneas de colores, donde hacemos un esfuerzo mental para imaginarnos como quedará la línea magenta que representa un trazo grueso de corte al lado de la línea azul, que es un trazo de textura de piso.
Como arquitectos nuestra idea, nuestro diseño lo pensamos, visualizamos, interiorizamos y maduramos en 3D, porque la realidad donde estará nuestra propuesta tiene 3D.
En este contexto hago la siguiente pregunta ¿Por qué estamos usando una herramienta de dibujo como herramienta de diseño?
Si vamos a usar una herramienta digital de diseño, esta herramienta ¿no tendría que ser en 3D también?, esta herramienta ¿no tendría que ser de fácil uso y de fácil aprendizaje, de modo tal que me permita en pocos minutos tener mi modelo visible en la pantalla de mi ordenador?
